FLOR.

Dicen que la amistad va más allá de mirar por uno mismo, es jugártelo todo por esa persona que haría lo mismo por ti. Esa persona que sabes que da igual por donde pises o hacia donde mires que si te descuidas, no te va a fallar. Que se preocupa hasta el punto de darle igual si ella misma sale salpicada en todo esto.
Ella. La persona capaz de ayudarme a sostener el mundo cuando se me venía encima. La única capaz de sacarme una sonrisa en el momento más triste. La que consigue estar siempre. Pase lo que pase. La que siempre está ahí para lo bueno y para lo malo. Es la única persona en el mundo que ayuda sin esperar nada a cambio. Es todo corazón. Como un peluche. Que siempre está ahí para achucharlo cuando más lo necesitamos. Porque con que solo venga y me dé un abrazo, ya me siento muchísimo mejor. Y ese simple detalle hace de ella una grandísima persona. Lo único que me queda es darle las gracias por ser como es y por a mi lado siempre que lo he necesitado.
Nos reímos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loca, cuando ella , esa persona que tienes a tu lado, es única y sabes que en cualquier lugar del mundo donde estés, ella va a estar a tu lado, apoyándote. En fin, en un breve resumen, que te quiero, ¿vale?